Alguna vez el escritor español Gregorio Marañón dijo que el gran error de nuestra sociedad ha sido educar al hombre contra la mujer y viceversa. Sin duda, este aspecto ha influido de forma determinante en la educación durante generaciones.
“No hagas esto, eso no se puede, no es correcto, no porque eres mujer”, eran algunas de las frases que las mujeres se habían creído, pero poco a poco, esta situación ha ido cambiando ya que se ha ido luchando por la libertad femenina
Se han logrado grandes hechos como que la mujer ya puede votar, ha dejado de ser sólo un mueble u objeto más en la casa, muchos estereotipos entorno a ellas han ido desapareciendo así como los tabúes que las encerraban en una vida de silencio.
Sabe que ella se puede mantener sola y sacar a sus hijos adelante. Se divorcia, no pasa nada y se lleva a sus hijos, y por eso no hay la lucha constante de mantener una familia unida.
En definitiva las cosas han cambiado, por ejemplo una madre soltera ya no es marginada como antes, ya que desde las leyes, hasta como las voltean a ver con admiración los ojos de la sociedad, son cuestiones que se han ido modificando.
Gracias a estos hechos que han pasado a lo largo de la historia, las mujeres pueden hacer las diversas actividades que realizan día a día, pero sobre todo que ya no solo juegan el rol o papel de la ama de casa, los roles son dinámicos y emprendedores, puede hacer cosas que antes solo le correspondía los hombres, como el trabajo, ahora ha pasado a ser la empresaria y mamá.
Es agradable ver esta clase de hechos, que la mujer puede desarrollarse en el ámbito laboral, profesional, que se sientan completas y se sepan grandes por el hecho de ser quienes son, que no sean mal vistas por cuestiones como no tener una familia o no tener una pareja.
Por: Zimma Selene Valdiviezo Mendoza
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