jueves, 7 de abril de 2011





Trabajo, ¿bendición o maldición?

Trabajo, trabajo y más trabajo, nuestra vida está hecha para trabajar y así moriremos trabajando, no importa a lo que te dediques, trabajar siempre será una realidad. ¡ Atención! no afirmo que el trabajo de flojera ni mucho menos pues de vez en cuando he oído que “el trabajo es una bendición” así que siéntanse contentos con ello, bueno si es que lo tienen.
Cuando tenemos trabajo nos sentimos felices, pues podemos comprarnos lo que se nos ocurra, al final de cuentas es nuestro dinero, invitamos al novio o a la novia a comer, nos vamos de pachanga sin pensar en que no te alcanzará el dinero para el taxi de regreso, estrenas ropa cada fin de semana y de zapatos, uff ni se diga, trabajar y percibir un salario es lo mejor de la vida.
Pero sabías que ¿pasar muchas horas trabajando puede traerte consecuencias negativas? Oh, ¡si! Aquí te va la mala noticia, no importa si tu trabajo es pesado o ligerito. Resulta que si trabajas más de 11 horas diarias estás más propenso a sufrir paros cardíacos , así es, PAROS CARDIACOS, esto es lo que afirma un estudio británico publicado en la revista Annals of Internal Medicine, aunque la realidad es que ni ellos mismos logran explicarse si esto se debe al aumento de horas laborales o bien va directamente relacionado con los malos hábitos alimenticios y la falta de ejercicio.
Así que “mientras son peras o son manzanas” es mejor que tomes en cuenta que si tus jornadas laborales sobrepasan las 8 horas tal vez estés más propenso a dañar tu corazoncito y no me refiero a un corazón roto ok? Me refiero a algo peor, “un corazón que jamás volverá a latir”. Creo que esa última frase sonó un poco dramática, no pretendo asustarte, pero recuerda que la salud es lo primero.
Cuidar tu alimentación y mantener una rutina de ejercicio, es una excelente opción para tener al 100% tu corazón, como dice mi abuela “Vivito y coleando” así que ya lo sabes, no te estreses ni te excedas en tus labores diarias, pues lo único que lograras es acabar con tu salud.

por: ruth noemi parada rodriguez

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